(Zaral Virgolin en la foto Mediolanum).
Hay alguien en el Zoncolan que ya ha ganado, lo ha escalado después de volver a la vida. Su nombre es Zaral, de Friuli, una tierra fronteriza que sabe mucho de historia. No solo cualquier persona, sino un “sobreviviente”, alguien que ha vencido un tumor, pero que ha sido lesionado. Sin una pierna, sin embargo, podemos vivir y podemos enfrentar desafíos inimaginables para muchos, y tal vez una vez para él. Su fuerza no es su fuerza física, sino su fuerza interior. Una sonrisa desarmante y un gran deseo de vivir, la de alguien que sabe que el tiempo es precioso y no debe desperdiciarse.
Ya ha escalado el Zoncolan y seguirá haciéndolo hoy, a la espera de saber si el vencedor de la etapa del Giro será Yates u otro escalador. Difícilmente los actuales Aru o Froome.
Ya ha escalado el Zoncolan, y nos escalará hoy, esperando saber si el ganador de la etapa del Giro será Yates u otro escalador. Difícilmente del actual Aru o Froome.
Es él mismo que explica la esencia del ciclismo y la escalada de las montañas tanto que acaba de terminar en un libro publicado por Banca Mediolanum.
“Para mí, pedalear es una oración. La bicicleta me hizo volver a ser un niño normal cuando perdí la pierna debido a un cáncer. El ciclismo fue el primer deporte que he reiniciado, con un pedal adaptado para permitirme pedalear con la prótesis. Al principio pensé que no lo haría y luego no volví a bajar. Todos los días del año pedaleo, y no es solo un deporte sino volever a ser un tipo normal. Al principio iba con pantalones largos porque me daba vergüenza mostrarme. Luego, con el calor del verano, me vi obligado a usar pantalones cortos y pude ver lo sorprendidos que estaban. Allí comprendí que no debería avergonzarme de mi historia, sino estar orgulloso de ella. La belleza es que en el mundo somos muchos y de todo tipo diferentes, cada uno tiene su propia historia, y esta variedad es un tesoro ”