MIENTRAS TANTO, NIBALI MUY CALLADITO…

TOUR DE FRANCE 2018: Vincenzo Nibali llegó a Francia después de haber vivido una gran primera parte de la temporada. La victoria de Milán Sanremo bastaría por sí sola para llenar una temporada. Siempre se espera algo extraordinario del Tiburón, aunque este año los focos de atención se centraron más en otros atletas: el habitual favorito Chriss Froome, Nairo Quintana, el francés Romain Bardet, Richie Porte.

El siciliano no es tipo para estar perturbado por ciertos detalles y acostumbrado a responder con los hechos. Tiene además en el palmares un increíble Tour de Francia, 2 Giro di Italia, una Vuelta de España, sin contar los podios. Incluso en las clásicas,  con 2 Giri de Lombardía y la Sanremo.

Listo para partir, con el espectáculo de los velocistas que nos dieron las victorias y sus camisetas amarillas para Fernando Gaviria y Peter Sagan. Un comienzo de misil con muchos golpe de efecto difíciles de imaginar. Froome cayó y perdió 51″, una falla mecánica por Nairo Quintana y dejó en el campo 1′:15″.

Mientras tanto, Vincenzo Nibali se mantuvo alerta y en las posiciones de liderazgo del grupo, evitando cualquier problema. En la carretera de Sicilia ahora hay 2 cruces decisivos. La primera es LA CONTRARRELOJ POR EQUIPOS: La ruta tiene una longitud de 35,5 km y es muy rápida, un valle tranquilo sin problemas de altitud. La media final puede superar los 55 km/h. Sky y Bmc favoritos.

El equipo Bahrein Mérida ha trabajado duro en esta prueba aportando importantes novedades como la nueva bicicleta de contrarreloj con varias mejoras en peso, rigidez y aerodinámica, así como el nuevo body supererodinámico Sportful.

El segundo gran obstáculo será la etapa del domingo 15 de julio con 21,7 km sobre el pavé. Un pequeño París Roubaix con 15 sectores que hay que tratar con mucho cuidado, especialmente con mal tiempo. Recuerde esta etapa: Arras – Roubaix.

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