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Los alumnos de las escuelas primaria de la ciudad de Washington han encontrado una sorpresa especial al principio del nuevo año escolar: al puesto de las tradicionales horas de educación física, efectivamente, el departamento escolar ha decidido introducir cursos de ciclismo. Los niños, durante las lecciones, no aprenden sólo a tenerse sobre las dos ruedas, si ja no son capaz , ma adquieren dominio acerca de todo aquello que concierne la bici, de la educación vial a la manutención y reparación, de la lectura de los mapas a los rudimentos de asistencia en caso de accidente.
Las 80 escuelas primarias implicadas en el proyecto, en una óptica de inserción total de la bicicleta dentro del currículo escolar, también acercan a las lecciones teóricas prácticas vueltas en zona y actividades integradas en la realidad ciudadana. Por ejemplo los pequeños ciclistas, rigurosamente en bici, son conducidos por los enseñantes a estudiar frente a los principales monumentos históricos de la capital, del Capitolio a el Vietnam Memorial, o alcanzan el jardín botánico para estudiar de allí las plantas. Pero la bicicleta también sirve a valorizar la matemática, por las cuenta de las calorías consumidas por la clase durante las salidas colectivas.
Por la iniciativa, el departamento escolar ha puesto a disposición un total de 600 bicis azules, 300 adquiridas con capitales públicos y 300 donadas por bienhechores, pero el objetivo es proporcionarle a suficiencia para hacerles usar a rotación en las clases y manera sí que cada alumno tenga a disposición una.
El director del departamento escolar sanitario local Miriam Kenyon ha dicho que, sobre todo en las zonas pobres de la ciudad tener una bicicleta todavía es un privilegio que poco pueden permitirse. Una condición que no favorece de cierto a la lucha contra la difusión de la obesidad entre los pequeños ciudadanos americanos.